martes, 3 de junio de 2014

ANÁLISIS DE GÉNERO (MODULO 6 COMENTARIOS)


Desarrollo del módulo 6
ANÁLISIS DE GÉNERO

En el módulo aumentó mis expectativas en cuanto al tema, porque en mi conocimiento tenía taras, es decir que desconocía las enormes diferencias que existe en cuanto a los derechos de la mujer, revisando la bibliografía que nos proporcionó el docente pude evidenciar que estamos lejos de cumplir con lo que indica las normativa que se tiene en el país, porque empiezo por mi diciendo que desconocía, eso multiplicado por todas las mujeres que desconocen esas normativas más los hombres, yo viviendo en la ciudad las desconocía si bien escuchaba no tomé mucho interés, sin embargo veo en las mujeres mucha recurso humano que aportando al país a través de generar capacidades productivas en diferentes áreas, puede otorgar satisfacción en cada una de ellas, con la ayuda del gobierno a través de mecanismos de operatividad que se puedan generar, una vez que éstos reconozcan la labor importante realizada y valorada en la sociedad por las mujeres, el país crecerá.

Por otro lado el curso que aún principio me pareció complicado en cuanto a la creación del blog y segundo al uso de esta herramienta, terminé entendiendo y usando de la manera correcta.

Las actividades grupales fueron dinámicas, en la que se expusieron los temas más relevantes de la bibliografía recomendada.

Por último las dinámicas que se realizaron de cómo engranar hombres y mujeres fueron divertidas.

Pero me gustaría aunque tarde decirle al docente que me hubiera gustado también tener documentación sobre juegos, cuentos, para entrar en confianza en talleres sobre etnicidad, aplicadas a nuestra realidad rural feminista.

Quiero agradecer al docente por su paciencia y buena voluntad en sus enseñanzas.

AVANCES SOBRE LOS DERECHOS DE GÉNERO


TRABAJO  FINAL

AVANCES SOBRE LOS DERECHOS DE GÉNERO

Si bien contamos, con reformas legales orientadas a eliminar la discriminación jurídica contra las mujeres, sin embargo se evidencia que se está ante una legislación muy lejos de ejercerse o cumplirla plenamente.
Los avances en legislación internacional como nacional, en materia de legislación internacional Bolivia ha suscrito numerosos tratados como la Declaración  Universal de los Derechos, la Convención sobre los Derechos del Niño, el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y otros instrumentos relevantes como la Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos Civiles a la Mujer, sobre la concesión de los derechos políticos, la relacionada con la nacionalidad de la mujer casada, la de derechos civiles de la mujer,  y la Convención Interamericana para Prevenir y Erradicar la violencia contra la Mujer.

Importantes así mismos son los avances en materia de reformas legales a nivel nacional, no obstante las dificultades se presentan en la aplicación, a causa de la poca capacidad para regular la operatividad, de construcción de las instituciones requeridas para la prestación, la insuficiente asignación de recursos para su funcionamiento o cumplimiento, la falta de mecanismos institucionales que pongan en vigencia los tratados y convenios firmados, , también se suma la falta de información y conocimiento sobre tratados, legislaciones sobre la eficacia que pueden tener algunos mecanismos institucionales nacionales y regionales en pro de los derechos humanos de las mujeres. Para obtener los cambios deseados, la promulgación de derechos no solo va de la mano de políticas, de la creación de mecanismos institucionales sino también de acciones concretas que pongan los derecho marchando o en vigencia.

En cambio, los compromisos originados en la Cumbre Mundial de Desarrollo Social y la Plataforma de Acción de Beijing (1995), han sido plasmados en política sectoriales orientadas principalmente a la reducción de la pobreza. En el marco de reducción de la pobreza, se encuentra justificada la responsabilidad estatal de protección o asistencia social de los sectores que no tienen chance de protección por la vía del salario. Es decir, exceptuando los sectores asalariados, las y los demás trabajadores, principalmente del sector informal han sido considerados como pobres antes que como productores o agentes económicos o sociales.

Los avances en legislación, se asocian a un Estado que sume dos figuras: la del Estado garante de los derechos humanos universales y la de un Estado que niega la capacidad de su ejercicio por un entorno de políticas económicas y sociales que van en ruta de la posibilidad para su acceso y ejercicio o insuficientes para posibilitar mecanismos institucionales pertinentes.

De la lectura, que refleja la realidad boliviana sobre los derechos a de las mujeres, se resume en que el Estado debe poner énfasis en la fase de operatividad de la legislación para ponerla en práctica, empezando con la promoción de los derechos a través de los medios de comunicación y llegar a todos los rincones del país, creando instituciones para mejorar las destrezas de las mujeres desempleadas a través de la educación, instituciones que garanticen su creatividad a través del acceso a créditos, una vez cumplida esta fase se tendrá mujeres que van saliendo de la pobreza, trabajadoras que mejoraran sus ingresos

Bibliografía

Farah I. “Perfil de género en Bolivia” (pag. 48)




Desarrollo del módulo 6
ANÁLISIS DE GÉNERO

En el módulo aumentó mis expectativas en cuanto al tema, porque en mi conocimiento tenía taras, es decir que desconocía las enormes diferencias que existe en cuanto a los derechos de la mujer, revisando la bibliografía que nos proporcionó el docente pude evidenciar que estamos lejos de cumplir con lo que indica las normativa que se tiene en el país, porque empiezo por mi diciendo que desconocía, eso multiplicado por todas las mujeres que desconocen esas normativas más los hombres, yo viviendo en la ciudad las desconocía si bien escuchaba no tomé mucho interés, sin embargo veo en las mujeres mucha recurso humano que aportando al país a través de generar capacidades productivas en diferentes áreas, puede otorgar satisfacción en cada una de ellas, con la ayuda del gobierno a través de mecanismos de operatividad que se puedan generar, una vez que éstos reconozcan la labor importante realizada y valorada en la sociedad por las mujeres, el país crecerá.

Por otro lado el curso que aún principio me pareció complicado en cuanto a la creación del blog y segundo al uso de esta herramienta, terminé entendiendo y usando de la manera correcta.

Las actividades grupales fueron dinámicas, en la que se expusieron los temas más relevantes de la bibliografía recomendada.

Por último las dinámicas que se realizaron de cómo engranar hombres y mujeres fueron divertidas.

Pero me gustaría aunque tarde decirle al docente que me hubiera gustado también tener documentación sobre juegos, cuentos, para entrar en confianza en talleres sobre etnicidad, aplicadas a nuestra realidad rural feminista.

Quiero agradecer al docente por su paciencia y buena voluntad de sus enseñanzas.

EL TRABAJO DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO


ANÁLISIS

Desde el punto de vista del género, la realidad socio-laboral de hombres y mujeres constituyen el conjunto de actividades unas orientadas a actividades retribuidas monetariamente y la otra a la reproducción de la familia.

Al interior de los hogares o en redes sociales (comunidades) la posición de las actividades no remuneradas,  es crucial para comprender oportunidades entre hombres y mujeres para mejorar las condiciones de vida a nivel personal como de familia.

Las relaciones de género vigentes en la sociedad boliviana, asignan a las mujeres la responsabilidad del cuidado de las familias  y de las comunidades. La inserción laboral de las mujeres depende de alternativas de conciliación de las actividades de cuidado al interior de las familias y de la existencia y accesibilidad de servicios públicos y privados de atención a niños y ancianos.

Las condiciones de inserción ocupacional de las mujeres depende, de la distribución de las responsabilidades del cuidado al interior de la familia y, entre el Estado, (creación de centros de cuidado y educación de niños menores a 5 años y de centros de asistencia en salud y de capacidades para ancianos/as) el mercado y la familia, ha consolidado la demanda de inclusión de la economía del cuidado en la agenda pública como tema central para la promoción de la equidad de género en las relaciones laborales.

Para encarar las necesidades de mujeres que son víctimas del empoderamiento económico, las mujeres deben ser conscientes de tener claridad para demandar sus derechos e implementar la legislación, los hombres deben apoyar el cambio cultural en la sociedad.

Reducir las brechas entre las aspiraciones, los logros y la realidad que se está viviendo, cuando existe violencia contra las mujeres, con fuentes de empleo vulnerables y la carga laboral no remunerada, mujeres que no tienen acceso equitativo a  la educación, salud, alimentación, etc.

Poner en práctica la agenda de la economía del cuidado como bien público e incorporar (i) la visibilización y valorización de las actividades de cuidado al interior de los hogares; (ii) la promoción de la división de responsabilidades entre hombres y mujeres con responsabilidades familiares; (iii) la oferta de servicios públicos o subvencionados de guarderías y alternativas para el cuidado de los niños menores a seis años y adultos mayores para hombres y mujeres con responsabilidades familiares; (iv) políticas de recursos humanos en las empresas y en el sector público facilitadoras de la conciliación entre las responsabilidades familiares y laborales de los(as) trabajadores(as).



Wanderley.F.(2008). Umbrales 18 Revista del Postgrado en Ciencias del Desarrollo. cides@entelnet.bo
  http://www.cides.edu.bo

 


miércoles, 28 de mayo de 2014

PRINCIPIO DE IGUALDAD EN EL CICLO DEL PROYECTO

PRINCIPIO DE IGUALDAD EN EL CICLO DEL PROYECTO
INTRODUCCIÓN
Al encontrarnos en un momento político, económico y social de gran oportunidad para la ejecución efectiva de la igualdad en las organizaciones y sus actuaciones. Un momento propicio dado el impulso y la centralidad que este asunto ha tomado en las agendas políticas a todos los niveles y por la  necesidad imperiosa de nuestros países de insertar más personas al mercado laboral, donde las mujeres representan el principal contingente potencialmente incorporable.

Agregar la perspectiva de género en una organización o proyecto, además de nuevos esquemas de pensamiento, va a requerir también del diseño de un plan estratégico adaptado a sus características y a sus necesidades. Lo que supone, inexorablemente, contar con recursos específicos –humanos, materiales y temporales- así como con asesoría especializada en políticas de igualdad y género. Unos recursos que van a depender, en definitiva, del compromiso político de las organizaciones así como su disponibilidad operativa y funcional para el cambio.
Es conveniente recordar que, en la vida cotidiana de organismos y entidades, las distintas fases del ciclo del proyecto no son compartimentos cerrados ni se suceden linealmente; éstas deben mantener estrechos vínculos de interdependencia y de simultaneidad temporal, además de requerir el flujo de información continuo entre todas ellas para facilitar su constante reajuste y mejora.

DESARROLLO
El diseño de un proyecto parte de un buen diagnóstico de la realidad social donde se va a intervenir.
Así por ejemplo los proyectos de empleo, deben tener un diagnóstico que incorpora la perspectiva de género debe describir la situación de las relaciones de género en el mercado de trabajo, donde queda englobado tanto el trabajo productivo como el reproductivo, así como los contextos sociales y culturales –educativos, familiares, empresariales, en los que estas relaciones se desarrollan.
Esto nos permite visibilizar la discriminación de género y desvelar sus causas para:
- Asegurar la eficacia de nuestros proyectos en materia de igualdad.
- Validar la pertinencia dirigido a la mejora de las condiciones sociolaborales de hombres y mujeres.
La extracción de esta información podrá realizarse sobre la base de:

a) Estadísticas laborales desagregadas por sexo y en su comparativa entre hombres y mujeres. Por ejemplo, los niveles educativos y formativos; la población en relación con la actividad económica; las tasas de actividad, empleo y desempleo; la ocupación por sectores y ramas de actividad; el tipo de ocupación, situación profesional, jornada y contratos; retribución salarial; etc.
El análisis se centra en las principales situaciones de discriminación que sufren las mujeres en el mercado laboral: menor acceso por cuenta ajena; mayores dificultades para la creación y fortalecimiento del empleo por cuenta propia; mayor índice de contratación temporal y empleos a tiempo parcial; inferior acceso a los puestos de decisión y menores oportunidades de promoción profesional; concentración en determinadas profesiones y oficios, con peores condiciones laborales; menor remuneración, etc.
b) Estudios y análisis específicos, de carácter más cualitativo, que atribuyan a dar cuenta de las causas o razones de la desigualdad.
Puede afirmarse que las desigualdades de género en la sociedad en el funcionamiento del mercado laboral derivan, principalmente, de la división sexual del trabajo, que tradicionalmente ha asignado el trabajo de mercado al hombre y el trabajo familiar-doméstico a la mujer.
Esta división se debe a culturas, creencias y valores interiorizados por las propias mujeres, por el entorno empresarial y laboral, por el entorno familiar e, incluso, por el entorno institucional, que se traducen en comportamientos y estereotipos que se retroalimentan entre sí en un complejo sistema cuyos síntomas no siempre son reconocibles a simple vista. Valores y estereotipos sociales que afectan a las elecciones profesionales de hombres y mujeres, a la capacidad de empleabilidad de éstas, a la disposición del empresariado por contratarlas, a la menor valorización del trabajo que realizan, etc. Y sobre todo, de una organización social que reproduce estos valores y estereotipos y de una organización económica que se circunscribe al mundo del empleo y no del “trabajo”.
Por este motivo es esencial introducir elementos clave al análisis como:
·         Uso de los espacios: público y privado, social, doméstico, laboral, profesional, Lúdicos, por parte de varones y de mujeres.
·         Uso y control del tiempo: dedicación diferenciada de mujeres y hombres al trabajo productivo y reproductivo.
·         División sexual del trabajo: trabajo productivo, trabajo reproductivo. Valores, normas, estereotipos, que refuerzan esta segregación de género.
·         Acceso, uso y control diferenciado de los recursos por parte de las mujeres y los hombres: información, movilidad, tecnología, dinero, formación, ocio,…
·         Condición y posición de las mujeres y varones dentro del sistema social en función de los criterios anteriores (espacio, trabajo/empleo, recursos).
·         Imaginario colectivo (valores, normas, estereotipos,…) que refuerza y retroalimenta la discriminación de género en el entorno social donde se va a realizar el proyecto.
Este tipo de análisis se traduce en un ejercicio complejo que necesita de enfoques más cualitativos que los que tradicionalmente se aplican y que trascienden la búsqueda de información en los datos estadísticos. Requiere de investigaciones, estudios y la utilización de otras fuentes secundarias y/o primarias más adaptadas y focalizadas al respecto.
c) Y si fuera posible, un diagnóstico participativo realizado con hombres y mujeres del territorio, barrio, comunidad, etc., para percibir y entender las bases de las desigualdades en el espacio de intervención.

CONCLUSIÓN
En todo este proceso, la incorporación del enfoque de género es más sencilla si el análisis está adaptado a los ámbitos sobre los que el proyecto desea intervenir, ya que hacer este ejercicio sobre dimensiones y ámbitos concretos ayuda a deducir y revelar con mayor facilidad los factores y causas de la desigualdad.
Además del análisis de situación de hombres y mujeres en el mercado laboral, es aconsejable introducir en los diagnósticos otros elementos que nos ayuden a contextualizar nuestra intervención y a sacar el máximo provecho a la experiencia ya adquirida por intervenciones anteriores. Se está haciendo referencia, por ejemplo, a los planes y políticas de empleo y de igualdad con incidencia en el territorio; a los resultados obtenidos y las buenas prácticas adquiridas en otros proyectos; etc.
Desde el punto de vista de la igualdad, por tanto, será la identificación de las principales situaciones de discriminación que sufren las mujeres en el mercado laboral así como las causas que las producen.

En Bolivia se encuentra en el puesto 30 de 135 países en materia de reducción de la brecha de género, según el índice que elabora el Foro Económico Mundial, y en los últimos siete años ha mejorado de forma constante ya que esta diferencia se redujo 73% en 2013 frente al 63% que lo hizo en 2006. Los mayores logros se consiguieron en materia de salud, en la que la brecha se redujo 97%, seguido de educación (96%), participación económica (63%) y política (37%), aunque es en este último apartado donde está mejor situada globalmente (20)1.



martes, 27 de mayo de 2014